La inclusión de esta modalidad en el Rallye Orvecame-Norte se saldó con satisfacción total: organizadores, público y, sobre todo, participantes. Estos elogian por encima de todo la seguridad de competir a carretera cerrada, y aunque sea con una media impuesta, compartir territorio con esos rallies que muchos corrieron en tiempos pasados. Esta experiencia debe repetirse, porque los rallies necesitan nuevos atractivos y también incrementar esa menguante participación que se registra prueba a prueba. Las muy positivas valoraciones de los participantes en el rallye norteño han corrido como la pólvora, y ya son muchos los que piden su inclusión en más rallies de esta temporada, sobre todo aquellos que teniendo monturas muy competitivas no “comulgan” por diversos motivos con la regularidad a carretera abierta. En cualquier caso, la resurrección de los clásicos es un hecho imparable, ahí está lo vivido en el reciente Rallye de Portugal y la decisión de la FIA para establecer una Copa de Clásicos en el Mundial de Rallies 2011. Mientras tanto ¿a qué esperamos aquí, con los federativos dedicados a la vida contemplativa del orto al ocaso?