La nueva identidad de estilo de ambos modelos evoca el sentimiento general de calidad y de robustez de Dacia. La parte frontal está construida en torno al logo de Dacia, y es común a Sandero y a Logan. El diseño de los faros y de la calandra presenta una personalidad original.

De perfil, el ratio entre carrocería y superficie acristalada refuerza la impresión de robustez, reafirmada por una línea lateral muy « esculpida », con pasos de rueda muy marcados que recuerdan el resto de la gama Dacia.

Ambos modelos inauguran un nuevo salpicadero en color carbono oscuro o bi-tono, según versiones, con una completa instrumentación que incluye contornos cromados en los indicadores y mandos especialmente modernos y funcionales.

Los aireadores, el logo sobre el volante y la parte superior del pomo de la caja de velocidades son cromados, y la consola central incluye un embellecedor de color en armonía con los tiradores de puerta, (según versión).

Se ha realizado una cuidadosa labor sobre la calidad percibida, a través de la elección de los materiales empleados.