Entre esas actividades no podía faltar la exposición de vehículos, este año solamente de la categoría de clásicos, ubicados desde las seis de la tarde y hasta las doce de la noche, entre los adoquines de la calle Real, lugar histórico para el automovilismo palmero donde tantas salidas y llegadas de los rallies de la isla, ha tenido como centro neurálgico.

Y como no podían faltar, el grupo de amigos de los clásicos aceptaban la invitación de “casco histórico” para hacer presencia. La salida era al mediodía desde el taller Davitor en Breña Baja donde una veintena de vehículos partían en caravana con paradas obligatorias, hasta llegar al restaurante Chipi-Chipi, donde degustaban un almuerzo de confraternidad, con la sorpresa del amigo Carlos y su acordeón, asiduo piloto de slaloms con el Suzuki Swift, acompañado de Borja a las cuerdas de la guitarra.

Desde allí partieron hacia la noche de las estrellas para participar con el resto de vehículos que se incorporaron a la exposición, donde no faltó en la propia calle el sonido de los instrumentos musicales.

Este grupo de amigos quiere darle las gracias al comité organizador por su invitación, al alcalde Sergio Matos que estuvo con ellos y agradeció su presencia, así como a los propios viandantes que seguro disfrutaron de las joyas que antaño circulaban por esta misma vía, hoy llamada calle O´Daly, pero conocida por todos como Calle Real.